Muchos
pueblos han acuñado en su imaginario una guerra que ganan. O si no idean héroes
culturales, y guerreros míticos que originan orgullo étnico, y a veces nacional,
a partir de victorias o, en su defecto, de relatos hinchados. Los indígenas
yanomamis de la Orinoquia alentaban mucho la figura de sus waiteri,
hombres duchos en la batalla. Pero todo eso y más reposa en los anaqueles del
tiempo, mientras nuestra época se llena de una especie de psicosis de guerra generalizada.
No se sabe quién es el enemigo, salvo que no lo sea el encarnado por las propias
bombas, ente ellas las nucleares. Las guerras abiertas en este momento parecen
insignificantes si no llevan algo atómico. Es como mentar el Armagedón y
comerse un helado de vainilla. Y eso será porque hay interés en presionar a los
habitantes de este planeta con la amenaza de lo que va a venir. Hay que armarse
como si no fueran suficientes, además de los parques atómicos, los miisiles intercontinentales,
hipersónicos, y hasta hiperbáricos, los que donde explotan derriten todo. Y por
supuesto no es suficiente la Inteligencia Artificial que selecciona objetivos,
o sea víctimas, y que, cuando se alcanzan, nadie tiene la culpa. A un robot no
se le puede juzgar ni vale la pena meterlo en la cárcel, ya está dentro de
ella. Pues bien, además de por tierra y por aire, y por el espacio, ahora los
drones invanden el océano. Son los UUV, (Vehículoss subarinos no tripulados)
que podrían destruir los sistemas productivos y nerviosos de medio mundo. Desde
tuberías de gas y petróleo a esos cables que llevan el internet bajo las aguas.
Y los datos, la desconocida “nube” submarina donde reina el nuevo capitán Nemo.
Blog de Luis Pancorbo
viernes, 19 de abril de 2024
VUELVE EL CAPITÁN NEMO
viernes, 8 de marzo de 2024
AHORA A POR LOS YANOMAMIS
Para Lula,
el presidente brasileño, está claro el genocidio que se cierne sobre los
yanomamis. Se manejan cifras recientes de hasta quinientos muertos yanomamis en
el Estado de Roraima. La causa es su desnutrición y el acoso incesante de la
minería ilegal. En tiempos de Bolsonaro, el anterior presidente brasileño, había
generales que se quejaban de las “restricciones” de rutas aéreas y desarrollo
ulterior en la Amazonia y todo por preservar a unos puñados de indígenas. Lula
ha querido rectificar tantos abusos contra sus paisanos, los yanomamis. Pero con
todo ha de seguir batallando mucho contra los defensores de una Amazonia explotada
sin remisión. Estorban los árboles, los animales y los indígenas. Otra vez quiere
ganar el Matrix ideal de los explotadores: los que van a dejar una tierra yerma,
robados sus pobladores originarios sus mitos y sus riquezas naturales. Paso a
paso, otro gran salto abismal de nuestra especie.
viernes, 2 de febrero de 2024
ESTE ES EL DÍA DE LA MARMOTA
Hoy 2 de
febrero, aparte de la Candelaria y sus velas, es el día de la marmota. Y una
oportunidad para dar la razón a los mayas, y otros pueblos indígenas, que sabían
que el tiempo se repite. En clave de humor eso enseña “El día de la marmota”,
del director Harold Ramis y los impagables Bill Murray y Andie MacDowell. Pero
al margen de esa ficción es verdad que hoy -y así desde 1887- en Punxsutawney,
un pueblo de Pensilvania (Estados Unidos) una marmota es invitada a salir de la
madriguera donde hiberna. Si esa marmota, bautizada como Phil, ve su sombra significará
que seguirá el invierno por otras seis semanas más. Si no ve su sombra será bienvenida
la primavera anticipada. No es un sistema científico de predicción, aunque da
igual lo que salga allí con todo el mundo queriendo divertirse a toda costa. No sin algún temor. ¿Y el bucle del tiempo? Eso
ha de existir. Y el cambio climático, por ejemplo, es otra injusticia, y más
cierto aún que la pertinaz sequía.
domingo, 7 de enero de 2024
LA NAVE DEL 24
Confiemos en que la nave del 24 no sea una versión con más gigas de la que pintó El Bosco a finales del siglo XV. “La nave de los locos” era un tema de gran éxito entonces, Una nave gobernada por la escoria, y que iba sin rumbo. Y con un mástil que en realidad era un árbol de mayo con una cabeza de diablo entre las ramas. Hoy sólo tenemos dos guerras abiertas e incontables guerras subterráneas destinadas, como de costumbre, a sojuzgar y explotar gente. Desigualdad y cambio climático amenizan el crucero. Por lo demás todo va bien, señora baronesa.
sábado, 2 de diciembre de 2023
EL BESUGO DE LA SABIDURÍA
Llega el frío con su solsticio y la cuestión es que no existe la pregunta correcta. La que sanaba en cierta literatura medieval. Restauraba el equilibrio, ese tesoro de naciones e individuos. El mítico caballero Perceval sólo tenía que hacer la pregunta correcta al depauperado Rey Pescador. Y al margen de la respuesta la pregunta curaría aquel reino lleno de llagas, como el propio monarca. Pero Perceval era un inexperto en soluciones radicales. Se iba por las ramas y el Rey Pescador ahí padeciendo en su esquina de un ciclo artúrico. Ahora encaramos el ciclo navideño entre bombas y luces. De eso hay para todos, y hasta Griales y similares en las diversas culturas del mundo. Mejor acaso es apuntarse al salmón de la sabiduría, el que los antiguos irlandeses célticos buscaban en un pozo donde el pez había comido nueve avellanas. En ese brocal se pueden hacer aún las preguntas correctas. Sobre todo si se come un poco del salmón del conocimiento. ¿Y nosotros? ¿Por qué ha subido tanto el besugo de las Españas?
sábado, 4 de noviembre de 2023
"ROSEBUD" DE NOVIEMBRE
Sin ser despreciable el misterio que trae noviembre no llega a ser tan acídulo como el Rosebud de “Ciudadano Kane”. ¿Qué quería significar Orson Welles con esa palabra? No se trata de un capullo de rosa. Ni de la marca de un patinte infantil. Tal vez supusiera la añoranza o la esperanza fatua de un fascista como Hearst (Kane) por dejar de serlo. El magnate de la prensa y más cosas de los Estados Unidos se parecía un poco a Nerón. Apenas tiene al final un titubeo hipócrita: Rosebud. Un signo también de noviembre, el mes de los fieles muertos, al menos en el hemisferio norte. El mes del Sanhain celta, el final del verano, y de la cosecha. Eso cuando no había cambio climático y dos guerras abiertas. Hearst (Kane) creaba guerras no sólo periódicos. Y simulaba tener un corazón de melón, el material de algunas caretas del Halloween de este año en Galicia. Todo a un tiempo. Caras verdes de melón y caras rojas de calabaza. El sincretismo se cuela entre las borrascas y los incendios de noviembre. Claro, el cambio climático no es cierto. Es como la nieve fina que cae sobre un viejo trineo que dice Rosebud.
sábado, 7 de octubre de 2023
EL CAPITALISMO MATADO POR EL TECNO-FEUDALISMO
El capitalismo ha muerto y lo ha matado el tecno-feudalismo. Eso según el libro que acaba de publicar Yanis Varoufakis, ministro griego de Finanzas en 2015. Fue una época difícil para Grecia, y para el gobierno izquierdista dirigido por Tsipras, a causa de la deuda del país y la escasez de apoyo internacional. Pasado el tiempoVaroufakis, siempre envuelto en una capa de originalidad, se atreve a certificar nada menos que la muerte del capitalismo tras la puñalada asestada por el tecno-feudalismo. Es su manera de decir que esos barones de las tecnológicas no sólo son tan ricos o más que los viejos capitalistas, sino que ni siquiera basan todo en el capital. Lo suyo son las rentas, las inmensas rentas de sus empresas tecnológicas. Ni necesitan ya reinvertir los beneficios del capital, como se hacía en esta época troglodítica que los humanos acabamos de pasar casi sin enterarnos. Sabemos quiénes son los nuevos señores de la Tabla Redonda del mundo: Musk. Gates, Bezos, Zuckerberg… Sabemos cómo nos van llevando hacia un lugar tipo metaverso mientras el capitalismo da su último suspiro. Pero medio planeta anda aún con el problema de comer y beber, que no es menor, o sufriendo un aumento exponencial de la desigualdad. Gran argumento antropológico de nuestro mundo. Y no se trata ya de víctimas sistémicas tan lejanas estando a pocas y peligrosas horas de cayuco. O reptando bajo las concertinas de la frontera estadounidense con un cartón a modo de coraza. Todo por entrar en el sueño del nuevo Camelot.